El Corpus Christi o Fiesta del Septenario se realiza de manera anual en
el mes de junio. Regido por el calendario católico, coincidiendo con el
solsticio de invierno el 21 de junio.
El Corpus Christi es una celebración religiosa-popular instaurada por la
Iglesia católica, en la que se proclama la fe sobre la presencia del cuerpo y
la sangre de Cristo en la Eucaristía. En España se celebró por primera vez en
el año 1319 y luego llegó a América con la Colonia
Su presencia en nuestra ciudad se remonta a la fundación española en el
año 1557, pues el 18 septiembre del mismo año, el Cabildo instauró de manera
oficial la celebración durante siete días en la Ciudad de Cuenca
El Corpus Christi, o Fiesta del Septenario, es un escenario en el cual
el sincretismo religioso está presente. Este sincretismo es producto de la
imposición de la religión católica de los españoles por sobre las tradiciones
religiosas y festivas de los cañaris e incas.
Estos cumplen un papel sumamente importante dentro de la celebración ya
que son los encargados de organizar la fiesta, contratar a las bandas de
pueblo, mandar a confeccionar los castillos, los “cuetes” (cohetes) según el
decir de la gente, realizar las invitaciones para la comunidad, ejecutar la
recolección de las cuotas. Tradicionalmente quienes han fungido de priostes y
continúan siéndolo hasta la actualidad son: los gremios de artesanos,
profesionales de la ciudad, comerciantes y grupos de oración representados por
señoras provenientes de las diferentes parroquias eclesiásticas de la ciudad.
De las diferentes parroquias urbanas y rurales de Cuenca acuden los feligreses
a la iglesia matriz o Catedral Nueva durante los ocho días de la celebración
del Corpus Christi. El último día conocido como la Octava de Corpus se celebra
en las parroquias rurales de la ciudad. Esta manifestación inicia con el jueves
de Corpus Christi y luego continúa con la Fiesta del Septenario. En esta
celebración están presentes lo religioso y lo festivo. Lo religioso se ve
manifiesto en el culto que se ofrece al Santísimo Sacramento del Altar, a
través de la hora santa, la misa y la procesión, acompañadas con: cantos,
lecturas, himnos, visitas al santísimo y rezos propios para la ocasión.
La presencia de las bandas de pueblo y la pirotecnica también son infaltables durante la celebración.
Los dulces son otro elemento tradicional identitario de esta
celebración, el sacerdote Castillo, indica que “los dulces de Corpus están
cargados de un fuerte simbolismo, pues representan al dulcísimo Corazón de
Jesús sacramentado”, y que esta tradición culinaria se origina igualmente en
España. Inicialmente, la confección de estos dulces eran realizados por las
monjas de los conventos del ciudad para la aristocracia cuencana. Luego, se
extendió este conocimiento y práctica a las señoras de la burguesía local. La
difusión masiva de estos dulces en la ciudad, se debe gracias a que las mujeres
de origen "popular" que trabajaban como servidumbre de cocina,
aprendieron a elaborarlos y poco a poco los ofrecieron a la gente en los
portales de las casas grandes ubicadas cerca del parque Calderón. Se venden dulces como quesadilllas, higos enconfitados, amor con hambre, cocadas, turrones, nogadas, suspiros, entre otoros.El Corpus
Christi o Fiesta del Septenario está relacionado con las expresiones orales
mediante el uso de alabados, rezos y cantos que se exteriorizan en las
procesiones.
Cuenca siempre ha tenido su forma particular de celebrar sus fiestas, su religiosidad arraigada y su magnífica preparación hacen de esta celebración una de las más coloridas de toda la Sierra. Gracias por compartir la información
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