Se reliza a nivel provincial en Azuay, centrándose en la ciudad de Cuenca y comunidades cercanas. La imagen del Niño fue introducida por la Sra Josefa Heredia, al mandarla a trabajar en madera en 1823 y en 1961 llega a manos Monseñor Miguel Cordero Crespo, quien lleva la imagen por España, Portugal, Italia, Grecia, y hasta Belén. Al regresar, se menciona que el Niño Viajero había regresado por fin, y es la señora Rosa Palomeque Pulla junto al entonces Vicario de la Arquidiócesis de Cuenca, Miguel Cordero Crespo quienes la fundan. El primer Pase del Niño Viajero se realizó un 24 de Diciembre de 1961.
Esta fiesta se lleva a cabo bajo la siguiente organización:
El
multicolor desfile religioso-cultural está a cargo de la Curia de Cuenca, en
coordinación con las religiosas de Monasterio del Carmen de la Asunción
(custodios de la delicada imagen), el grupo Hermano Miguel, priostes, devotos,
Municipio, Policía y Ejército, principalmente.
El 23 de diciembre se celebra el cambio de padrinos del Pase del Niño
Viajero y la imagen permanece en velación hasta el día siguiente, cuando es
llevado a la iglesia de El Carmen de la Asunción.
En la mañana del 24 de diciembre se celebra una misa y los padrinos, junto a autoridades locales y religiosas, llevan al Niño hasta la iglesia del Corazón de Jesús, donde normalmente inicia recorrido del Pase del Niño Viajero.
En el atrio de esa iglesia permanece la imagen durante la mañana y parte de la tarde del 24 de diciembre. Desde ese lugar avanza la procesión por las calles Baltazara Calderón y Simón Bolívar hasta la iglesia de San Blas.
Por la tarde, cuando han pasado todos los participantes, la imagen es llevada de vuelta a El Carmen de la Asunción, donde se celebra otra misa.
En la mañana del 24 de diciembre se celebra una misa y los padrinos, junto a autoridades locales y religiosas, llevan al Niño hasta la iglesia del Corazón de Jesús, donde normalmente inicia recorrido del Pase del Niño Viajero.
En el atrio de esa iglesia permanece la imagen durante la mañana y parte de la tarde del 24 de diciembre. Desde ese lugar avanza la procesión por las calles Baltazara Calderón y Simón Bolívar hasta la iglesia de San Blas.
Por la tarde, cuando han pasado todos los participantes, la imagen es llevada de vuelta a El Carmen de la Asunción, donde se celebra otra misa.
Las
procesiones del Niño Jesús o Pases del Niño tienen como objeto la adoración,
misa, acompañamiento y celebración de una imagen o escultura del Niño Dios.
Entre los
personajes que participan en las diferentes procesiones del Pase del Niño están
las figuras bíblicas que forman parte indispensable de la fiesta religiosa y
que representan a María Virgen, San José y el Niño Jesús; así como también el
ángel de la estrella, los Reyes Magos y gran variedad de ángeles de todas las
edades (el disfraz preferido para pequeños infantes suele ser el de un angelito
con alas y alba túnica). Tradicionalmente, y en representación de los pastores,
o en este caso del mundo rural y campesino, que rememora la adoración de los
pastores al niño Jesús en Belén, y que acompañan al Niño desde la casa del
prioste hacia la iglesia o casa parroquial, y de vuelta a la casa del prioste,
están los personajes que describo a continuación: los ‘mayorales’, niños o
niñas que van a caballo mostrando ropajes y ofrendas profusas y elegantes. Los músicos, tanto tradicionales como populares, por ejemplo, el
maestro de la chirimía, del pingullo y del tambor o redoblante y la banda del
pueblo, además de los indispensables bailarines que alegran y que inician la
procesión: los ‘negro danza’. Para mostrar el mundo azuayo campesino y
silvestre, también forman parte de los personajes en esta importante
celebración religiosa los antiguamente llamados ‘jíbaros’, que representan al
mundo oriental, ese mundo que se vislumbraba en épocas pasadas como lo exótico,
cercano y lejano a la vez.
La
riqueza y variedad de la ofrenda en un mayoral, va en relación con la capacidad económica de
la familia del niño mayoral; billetes y dólares son parte de la demostración de
fe, por un lado, y de poder de los padres del niño bajo el disfraz de ‘mayoral’
Claramente esta es una representación de religiosidad y sacrificio, sin embargo siendo más accesible para personas con mayores recursos.
Esta sin duda es un fiesta a destacar, siendo que el año pasado más de 70 000 personas participaron.
No tenía idea que esta fiesta tuviera tanta importancia. Lo de los personajes es muy divertido. Gracias por comparitr
ResponderEliminarEl pase del niño es una festividad vital en todo el Ecuador. Conocer la historia del niño viajero y esta fiesta multitudinaria que se lleva a cabo en su honor fue muy interesante.
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